ItacaX

miércoles, marzo 22, 2006


Si un día de estos levantaras las rodillas yo creo que verías los pájaros que tienes en las manos aleteando por sacudir la polvareda del empeine de tu zapato.

Si el acorazado que da puntapiés al otro lado de tu espalda aceptara, por una vez, convertirse en carabela, dentro de tus pestañas el sol pasaría del negro oculto al azul profundo de lo imposible.

Si sólo por este día Aquiles mostrara su talón, cesarían las ansias de fabricar proyectiles y sobre la roca madura del sentimiento se sentaría una oreja sin dueño capaz de escuchar el aleteo del día.

Si, de pronto, dejaras de tomar jarabes para la paz, toserías la sensación de acordonar la vereda de los sueños y los sentimientos surgirían para siempre provisorios, para siempre efímeros, como si nunca fueran, como si no tuvieran eslabones, ni grilletes, ni cerraduras implacables ancladas al baúl de la simpleza.

Como si esperanza no estuviera hecha de torpes sílabas. Como si amargura no fuera la palabra original arrancada del paraíso de un árbol. Como si lo estúpido no fuera, no viera, no riera sobre la ternura.

jueves, marzo 16, 2006

Quédate


Quédate.
Prometo uñas dentadas
pero manos intactas,
desiertos inconmovibles de mi presencia húmeda,
ausencias deliberadas
de mi compañía total.

Quédate,

Soy la sombra altanera que te devora,
te decolora,
te disemina,
te disgrega bajo la luna...

Por eso
quédate
porque soy la sombra que
devuelve tu figura.

lunes, marzo 13, 2006

Ella

Acá

Allá

sábado, marzo 11, 2006

Fiesta Republicana


Ya tenemos presidenta. Hoy fue el traspaso de mando. El primer discurso de una mujer en el balcón de La Moneda.

Por otro lado, a Lagos lo despedían con besos en las manos, carteles, abrazos, aunque en Cerro Navia y Lo Prado se quedaron esperándolo. Sus funcionarios tenían cara de poto dejando oficinas. Hasta hoy todavía había traslado de muebles.

Juraron o prometieron los Diputados y Senadores. Llegó Chávez al aeropuerto de Viña del Mar. Piola, callado el loro, le pidieron para no opacar la ceremonia. Mientras, en la punta del cerro, opacando lo realmente importante, Condolezza Rice se reunía con Bachelet en el Palacio de Cerro Castillo.

Evo Morales andaba de manos en los bolsillos, chaqueta de cuero, sport, pero sin chaleco. Él tuvo su propio escenaro él día anterior. "Mar para Bolvia" gritaron los propios chilenos y el aymara casi se cayó de espaldas. Comuncación directa entre los pueblos.

El Principe de Austurias sin señora y con sus reales privilegios. Correcto el príncipe y frío como pez.

Néstor Kirchner y señora. Ella de vestido verde ajustado y cartera dorada durante la cena previa al traspaso de mando. Regia para su edad dijo un diario. Seguro no le gustó el comentario.

La Fiesta Republicana en pleno, día histórico, por primera vez en 196 años una mujer asume el mando. Un gobierno es paritario...

Toda una batahola.

Yo tengo un sentimiento extraño. Algo parecido a lo que sentí luego del triunfo del No, como una alegría en resguardo.

Recuerdo que en ese tiempo nos decíamos que las cosas iban a cambiar con la Democracia...le dejamos tanta pega a la Democracia y ella trabajó a su ritmo, no al nuestro.

Nada más me pregunto entre tanta expectativa, qué estará pensando Bachelet.

viernes, marzo 10, 2006

Cómo se movía el mundo


Yo solía despertarme buscando tu boca, solía dormir con tus manos en mis pechos y sentirte tiritar cuando ibas a comenzar un sueño. Entonces yo te besaba en la frente para que tus arrugas se mantuvieran dóciles bajo mi boca. Solía afeitarte en las mañanas aunque luego parecieras un delincuente. Solía reírme de viernes a domingo entre las sábanas de tu cama. Yo solía hablarte durante horas sobre cosas que ni yo misma conocía hasta que las escuchabas y abría las persianas de tu casa para mirar desnuda cómo se movía el mundo.

Calle-Calle






Calle-Calle
río arriba y abajo
Pero silencio
calla calla
que no te escuchen los viejos
ni tú mismo
calla,
que tu corazón no sepa
calla,
mira el amor en el techo
escúrrete,
calla
arriba y abajo de ella
deja de sentir
la lluvia sobre tu rostro
Olvídate de la luna
porque nunca se baña
ni está desnuda
Calla,
sigue más allá de ti
hacia ese pueblo muerto
donde irás
a matar el trozo de tu alma
que ella resucita
Vamos, calla,
no le digas nada.

martes, marzo 07, 2006

San Valentín



(por Matilde Celero, mi corresponsal en el extranjero)

El día de San Valentín no es particularmente una ocasión celebrada en mi patria, al menos no cuando yo me fui. Pero aquí en Dubai, la cultura gringa ha penetrado más allá de lo que puede soportar el Corán.

Como yo no ando con burka, aunque para serles honesta me gusta pintarlas de odalisca, acepté la invitación de Sobhi, un viejo amigo de mi querido Meshel, el hijo del sheik. Sobhi cree que somos novios, yo pienso que es mejor pájaro en mano... bueno ustedes entenderán.

Este par de personajes se criaron en Europa, o sea son dos openmind según mi clasificación, aunque eso no les quita la categoría de hombres. Presumo que tienen una apuesta la cual aparento no descubrir y así mantengo intactas las ilusiones del par de machos de Mahoma.

La noche del 13 de febrero fui a cenar al Fairmont Hotel en Sheikh Zayed Road, con Sobhi. Le dije que no quería regalos de San Valentín, la mayoría me parecen relamidos y poco interesantes -hay excepciones eso sí, jeje.

Mi voz debe haberle sonado bastante inflexible por teléfono así que me propuso ir a cenar comida italiana lo que me pareció bien, considerando las excentricidades de mi amigo Meshel.

Por fin alguien que degusta comida que puedes reconocer en el plato -pensé. Unas pastas son iguales aquí o en la quebrada del ají, aunque prefiero las de acá claro está.

El hombre fue a recogerme puntual (22:30 horas) en el estilo de su compadre: auto vistoso, sonrisa amplia, traje Armani. Llegamos al hotel como dos tórtolos, yo una sonrisa, él un guiño cómplice. Perfecto. Saludé al garzón que me miró complacido y luego con el rabillo del ojo.

Después de avanzar por mesa y mesas sin encontrar ningún ser humano a la redonda le pregunté al garzon dónde estaba el resto del planeta. Me contestó flemático:

-"Mister Agha ha reservado el restorán para usted."

Tragué saliva, no del todo la verdad, así que empiné entera la copa de vino blanco que habíamos pedido. Garzón y amigo me miraron consternados. A estas alturas estaba claro que no era una mujer estilo Corán.

-¿De qué se trata todo esto Shobi?
-Lo sabrás durante el postre- me susurró al oído.

A partir de entonces las pastas me parecieron odiosas, tiesas y difíciles de tragar, así que tuve que acompañarlas con vino no más. Cuando iba como en la cuarta copa recién me tranquilicé. Shobi la verdad también empinó el codo y estaba más alegre de lo habitual. Se puso hablarme en árabe o una lengua muerta, no sé, y me miraba con cara de cordero degollado -que allá si que hay- y me decía cosas con tono acaramelado.

Cuando llegamos al postre los dos estábamos muertos de curados. Intentó acercarse a un escenario pero tropezó estrepitósamente. Llegó por fin al piano de cola negro dispuesto estratégicamente y empezó a tocar una canción en inglés que no sé si balbuceaba marriage o merry christmas.

Cuando terminó, nos miramos fijos y ambos soltamos la carcajada.

Apenas abrazados salimos del hotel y el chofer de Shobi dirigió nuestros destinos.

Me quedé en su casa y por la mañana salí corriendo cual cenicienta. Lo que dejé olvidado estaba en una pequeña caja y calzaba perfectamente en mi dedo anular.

domingo, marzo 05, 2006

De vuelta


Un mes y medio de arranque y desaparición. Me hacía falta.

Ahora de regreso me siento frente a Itacax, mi patria extraviada, y escribo. Me salgo del olvido y retomo el tono, me cuesta. En el fondo un balbuceo de niña, más allá 13 pájaros cantores. Un patio silvestre que espera la pala y la casa pintada recién de verde.

No sé qué se viene con este año, suena como a ronroneo de gato y siento que en cualquier minuto salta la liebre. A propósito, sería bueno andar con una pata de conejo bajo el brazo, lo vi hoy en los monos animados. Al menos espero no seguir saltando, aterrizar en algún lugar calmo, un terreno verde (como la casa que termino de pintar) en el que dedicar la vista, extenderla, renovarla.

El verde es el color litúrgico de la esperanza...aunque yo de liturgias sé bien poco.