ItacaX

miércoles, marzo 22, 2006


Si un día de estos levantaras las rodillas yo creo que verías los pájaros que tienes en las manos aleteando por sacudir la polvareda del empeine de tu zapato.

Si el acorazado que da puntapiés al otro lado de tu espalda aceptara, por una vez, convertirse en carabela, dentro de tus pestañas el sol pasaría del negro oculto al azul profundo de lo imposible.

Si sólo por este día Aquiles mostrara su talón, cesarían las ansias de fabricar proyectiles y sobre la roca madura del sentimiento se sentaría una oreja sin dueño capaz de escuchar el aleteo del día.

Si, de pronto, dejaras de tomar jarabes para la paz, toserías la sensación de acordonar la vereda de los sueños y los sentimientos surgirían para siempre provisorios, para siempre efímeros, como si nunca fueran, como si no tuvieran eslabones, ni grilletes, ni cerraduras implacables ancladas al baúl de la simpleza.

Como si esperanza no estuviera hecha de torpes sílabas. Como si amargura no fuera la palabra original arrancada del paraíso de un árbol. Como si lo estúpido no fuera, no viera, no riera sobre la ternura.