La guagua y la gordis
Anduvo mejor gordis. Me dio gusto ver su tono controlado, sin tiritón de pera y poniendo puntos sobre la íes. Andaba de rojo y se veía bien. Como que le entraron ganas de ser presidenta.
El que me extrañó fue Piñera. Terminó con llegada de mula pa mi gusto. Andaba como enrabiado, sin relajo, defendiéndose. Me daba la impresión de que tenía ganas de pegarle un combo a la gordis y no podía, como los cabros picados que ponen tachuelas en los asientos. No me gusta Piñera.
Mi hija miró la tele y me preguntó qué pasaba (tiene cuatro años). Le traté de explicar lo mejor que pude lo que decían ambos candidatos. Se quedó muda y luego agregó: "ese Sebastián no sabe ná. Dice puras leseras y de eso no estamos hablando, estamos hablando de quién va a ganar para presidente. Es guagua. Le vamos aponer guagua gorda". Luego de lo cual las dos rompimos a reír hasta las lágrimas.
La abracé y nos acostamos a dormir. A ella le gusta la gordi y a mí me gusta que le guste.
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