Toda la tarde en eso
Estas fotos le pertenecen a la niña que yo era a los 5 años. Mi hermano Marcel y yo montamos al "guindo". Al lado está mi abuelo, siempre bello, sutil.
Cuando el guindo se murió (de viejo), mi abuelo hizo un hoyo de 2 metros de profundidad y algo así de ancho y largo (él sabía cubicar, eso lo salvó del hambre en la pampa salitrera) para enterrarlo completo. Estuvo desde la mañana hasta la tarde en eso.
Yo lo miré de lejos, desde la puerta del huerto toda la tarde. Lo miré como se mira a los héroes ya extintos.
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